Información general
El término OSSN es un término “paraguas’’ que engloba a todas las neoplasias que derivan de células
epiteliales de la córnea o la conjuntiva. Dentro de OSSN encontramos desde displasias epiteliales hasta
carcinomas invasivos de la superficie ocular. Son la causa más frecuente de tumores no pigmentados de la
superficie ocular. De todas formas, su incidencia es baja.
Se da en personas de mediana edad o adultos mayores. Es más común en hombres, y caucásicos. El principal
factor de riesgo ambiental conocido para esta enfermedad son los rayos de luz ultravioleta B. El
tabaquismo también. En personas con HIV o xeroderma pigmentoso se desarrolla a edades más tempranas. Por
ese motivo, ante la aparición en edades tempranas, es bueno hacer serología para HIV.
Síntomas
Los pacientes pueden consultar por síntomas inespecíficos como enrojecimiento, ardor, irritación, sensación de cuerpo extraño, o directamente porque notaron una lesión en crecimiento en la superficie ocular. En el 95 % de los casos, las lesiones se dan en la región limbar (la unión de la córnea y la esclera) de la zona interpalpebral (más expuesta). Además, son unilaterales y de lento crecimiento. El aspecto más típico es la presencia de una lesión gelatinosa con vasos nutricios en la zona limbar interpalpebral.
Diagnóstico
Uno de los diagnósticos diferenciales de estas lesiones son el pterigion y la pinguécula. En un estudio
realizado por Hirst, vieron que casi el 10% de las lesiones diagnosticadas como pterigion, resultaron
ser neoplasias escamosas de la superficie ocular.
Hasta hace no mucho tiempo, la única manera de saber el origen de la lesión era a través de una biopsia
y estudio histopatológico. Aunque estrictamente hablando esto sigue siendo así (el diagnóstico
definitivo SIGUE siendo la biopsia y análisis histopatológico) hoy contamos con algunas herramientas
diagnósticas que, sin ser invasivas, pueden darnos mucha información de la lesión. Ésta, sumada al
aspecto clínico, y la experiencia del médico, permiten tener una presunción diagnóstica más certera sin
tener que biopsiar el tejido. Entre esas herramientas diagnósticas, contamos con el OCT de segmento
anterior (AS-OCT) y la microscopía confocal.
Tratamiento
El tratamiento mayormente establecido para estas lesiones es la resección quirúrgica con márgenes amplios y con la técnica “no touch”. Sin embargo, se están logrando resultados muy prometedores con medicación específica tópica y/o local. Entre ellas, se encuentran el interferón Alfa 2 B, el 5-fluorouracilo y la mitomicina. A veces, estas medicaciones se utilizan como tratamiento definitivo, otras como adyuvante para disminuir el tamaño de las lesiones para poder ser resecadas luego con mejor pronóstico. Es importante saber que estas medicaciones pueden necesitarse durante varios meses hasta que se vaya la lesión y, habitualmente, se dejan algunos meses más luego de la desaparición clínica de la misma.